Primavera que se adelanta

(Uno de los shows de lo Soulwax tampoco estaría mal)

Recuerdo perfectamente mi estado de ánimo un día como hay hace un año. Por aquel entonces escribía sobre el sentimiento de soledad, tan poderoso como alevoso. Además nos preparábamos para un congreso en Budapest que estuvo genial. Este año se celebra una nueva edición pero nos hemos quedado sin tiempo para presentar nada, aunque sí que seguimos trabajando en ello con intención de tenerlo listo y enviarlo a alguna otra conferencia. En esta edición el destino no era tan exótico como Budapest, así que por la parte del ocio posterior al trabajo me molesta menos, no así por el prestigio y la necesidad, como estudiante de doctorado, de publicar cuanto más mejor. Ya veremos como sigue avanzando la cosa. De momento pinta bien en varios aspectos. La perspectiva profesional parece que también empieza a dar su frutos y los proyectos que comenzamos hace unos meses empiezan a estar en un estado aceptable de desarrollo. La prueba de fuego será el Great Lakes THATCamp, en el que haremos la presentación oficial, posiblemente en beta privada, de Sylva y Dr. Glearning. Además intentaremos preparar nuestra pantalla multi-táctil para el experimento de machine learning sobre las caras en las pinturas del barroco.

Y hablando de barroco, para la asignatura a la que asisto, esta semana he tenido que preparar un ensayo y moderar un foro, según las preguntas que he estimado oportunas, que versan sobre el neobarroco y la cultura popular. Es bastante interesante, aunque confieso que las lecturas pueden llegar a ser un poco duras. Lo mejor de todo es que es un tema tan abierto que incluso Battlestar Galactica tiene cabida (cuidado con los spoilers). Sí, es la misma asignatura en la que nos han hecho leer el Quijote para analizarlo y que, en estas semanas, también nos obliga a leer la carta que Diego de Pantoja escribió respecto a la entrada en China de los jesuítas a finales del s. XVI. Confieso que es alucinante y que empiezo a verle la belleza a este tipo de cosas de las que, hace unos años, me hubiera mofado sin comprender siquiera las repercusiones que un escrito como el suyo tiene incluso hoy día. Todo lo que le sucedió, su increíble capacidad para aprender chino llegando a dominar los tonos e incluso escribir poemas y tratados filosóficos que fueran referencias en la época, me resulta de lo más asombroso. Los jesuítas y su increíble poder basado en la inteligencia. Uno tendería a pensar que si eran tan listos como era que creían en Dios, pues bien, resulta que, como el caso de De Pantoja, hay otros tantos en que la imagen de Dios es virtualizada o adaptada a otro tipo de creencias filosóficas, de manera que ellos eran capaces de comprender los tratados religiosos sin hacer hincapié en la literalidad de los textos. Esto les valió, como a Diego De Pantoja que llegó a vestir como los monjes chinos, multitud de problemas y escisiones con la sección fuerte en aquellos entonces, la italiana. Así que los hombres creyentes e inteligentes acaban por estar fuera de la fe católica. Y esto ya sucedía en los años de 1600…

Pero no me enrollo más con esto. El varapalo de Hamburgo, que iba a ser mi válvula de escape en un año más que intenso, me ha hecho reestructurar mis planes para el verano. Así pues, ahora mi intención es estar allí hasta mediados o la última semana de agosto, aprovechando que la universidad, y por ende el laboratorio para el que trabajo, se quedan vacíos y no sé si incluso cerrarán. El plan es intentar estar fuera de Canadá desde mediados o principio de julio, lo que dada mi cualidad de estudiante con contrato, implicaría cobrar cero dólares. Pero bueno, para eso estamos ahorrando como putas alimañas y gastamos menos Antonio Lobato en peines. Si todo sale bien, o voy a los San Fermines o a la Tomatina de Buñol. Y entre medio espero tener tiempo para estar con la familia, ver a los amigos que necesito ya ver, ir a algún festival –si es europeo mejor que mejor, intentar ir a Ibiza o Menorca (esto es más un deseo que una realidad), y pegarme un viajecito de turisteo a ser posible por territorio costero, español o europeo. Por soñar que no quede.

También hace unos días fue el cumpleaños de mi hermana, a la que llamé para felicitar acordándome, en un alarde de memoria, del día exacto (y sin que nadie me avisara). Me hubiera encantado estar allí, en casa de alguno de mis hermanos, celebrándolo, bebiendo, comiendo, contando cosas y riéndonos. Por que si algo ha caracterizado a mi familia por sobre todas las cosas es sin duda nuestra capacidad de levantarnos del lodo y reírnos entre nosotros. Algo que hoy valoro más que nunca.

Nada más de momento, en un rato vendrán unos amigos a almorzar en el jardín el Día de San Patricio, aka beber cerveza vestido de verde. Y es que el verde empieza ya a pintar los tristes jardines y parques. La vida eclosiona, mucho más temprano que el año pasado, cuando aun estaba nevando. Este invierno ha sido un regalo, la verdad. Levantarse con los pajarillos cantando es una placer, aunque sea perfectamente que lo aborreceré en unas semanas, justo cuando las avispas y los mosquitos comiencen a pulular a mi alrededor. Pero son estos días de entretiempo los mejores de todo el año, así que hay que aprovecharlos como mejor se pueda. Aun flipo de que me emocione por estar a 18-20 ºC.